Según se desprende de la investigación, el detenido y su hermano se habrían alzado con los bienes de la damnificada, los cuales pusieron a la venta a través de redes sociales. Así contactaron con un vecino del sector norte de la Capital, más precisamente un residente del barrio Aeropuerto de 56 años, con quien acordaron un pago de 30.000 pesos por los materiales.
Tanto fue así, que una vez conocido el domicilio donde se vendieron los materiales, personal policial se apersonó en el mismo y tras un breve diálogo informativo con su propietario, éste accedió a entregar voluntariamente las chapas que había adquirido en buena fe, quedando las mismas en calidad de secuestro.
Por otro lado, se ordenó que el detenido quedase alojado en la dependencia policial a la espera de responder por las acusaciones en su contra, mientras los investigadores continúan tras los pasos del hermano cómplice, el cual ya está debidamente identificado.
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